Desde los Blogs "Los cuidados del bebé" y "Educapeques" encontramos unas pautas o consejos para volver a la rutina después de las vacaciones navideñas, espero os sean de utilidad.
Y con la llegada de los Reyes Magos la noche del 5 de enero se acerca el final de las vacaciones de Navidad. A los niños se les junta el gran momento de poder disfrutar al máximo de los regalos que tanto han deseado recibir, con el momento de volver a la rutina diaria. Algo que se les hace cuesta arriba. Por eso es muy importante racionalizar los tiempos de ocio y ayudarles a adaptarse de nuevo a sus horarios.
Es inevitable que en estas fiestas los niños y niñas dejen sus rutinas a un lado, los horarios de comidas, las horas de acostarse y de levantarse, etc. Los acontecimientos especiales hacen que los niños y niñas desconecten completamente de sus actividades lectivas y de los hábitos comunes de su día a día.
Pero las vacaciones se terminan y los más pequeños, al igual que los adultos han de volver a su actividad diaria. Es completamente normal que les cueste algunos días recuperar el ritmo habitual, pero en poco tiempo recuperaran sus costumbres habituales. Para ello es imprescindible proporcionar tranquilidad a los niños y niñas y darles mensajes positivos.
¿Qué podemos hacer para favorecer la vuelta a la rutina?
Los deberes u otras obligaciones son prioridad ante la diversión.
Al igual que los adultos, los más pequeños tendrán unos días en los que se muestren tal vez tristes, irritados, cansados, etc. No debemos preocuparnos por ello, es algo común. Ten paciencia dales cariño y procura entenderlos.
Procura que unos días antes del final de las vacaciones, los niños vayan poco a poco volviendo a sus horarios y rutinas. Lo mejor es hacerlo paulatinamente, por ejemplo intentaremos que cada día se acuesten un poco antes y se levanten un poco antes.
- Acostarse antes de las 10 de la noche para intentar volver al horario habitual. No debemos preocuparnos por la dificultad para conciliar el sueño: se trata de un trastorno pasajero. Un rato antes de la hora de irse a la cama, sigue el ritual habitual de rutinas y evita la actividad. Procura que cenen pronto, que el baño sea relajado, que las actividades sean relajantes, evita juegos que impliquen actividad. Cuéntales un cuento, una película en la televisión, etc.
- Disminuir las horas de televisión y aparatos electrónicos, como los ordenadores y las videoconsolas. Nuestros hijos se han acostumbrado a convivir con ellos durante mucho tiempo en los días de descanso, pero lo ideal es dedicarles un máximo de una hora diaria.
La alimentación es un punto clave. El paso de un período más sedentario al ritmo frenético de la jornada estudiantil y de las actividades extraescolares provocará un 'plus' de cansancio que se puede combatir con una dieta equilibrada, evitando la bollería industrial y animando a nuestros hijos a tomar alimentos saludables, como la fruta. Además, hay que habituarles a desayunar correctamente, levantándoles con el tiempo suficiente por la mañana: es fundamental para acudir a las clases con las pilas cargadas.
El día antes de la vuelta al cole anima al niño o niña con mensajes positivos. Puedes decirle: “ que bien que mañana vas a ver a todos tus amigos” “vas a poder jugar con ellos” “les contaras lo que has hecho en las vacaciones y los regalos que tienes”.
El primer día de cole, es normal que les cueste levantarse. Por ello tómalo con calma y hazlo con el tiempo suficiente, si van corriendo al cole comenzaran la vuelta alterados. Por ello es importante que aunque les cueste despertar, lo hagan con tiempo.
Haz que el camino al cole sea tranquilo y aprovéchalo para continuar con los mensajes positivos, anímales para que vuelvan a su actividad diaria.
A la salida del cole, déjales un tiempo de esparcimiento. Después de este tiempo de juego, haz que se siente un rato a realizar alguna tarea (aunque no tenga deberes), el tiempo para esto ha de ser breve, no buscamos que el niño se agote, sino que vuelva a la rutina tranquilo, sin cansancio y sin alterarse. Haz que lea algo que le guste, cuéntale un cuento (si es pequeño).
Sigue con estas pautas cada día, y poco a poco los pequeños se irán habituando. Es normal que estén alterados y cansados y que nos alteren a nosotros, pero tengamos paciencia con ellos, no dejes que se salgan con la suya y proporcionales tranquilidad y mensajes positivos.
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